Abrí los ojos y descubrí un ángel en mi regazo.
Izan, mi ángel, cuantas noches llore tu ausencia. Rece, ore y pedí que no te alejaras de mi lado, pedí regalar mi corazón a cambio del brillo e tus ojos y tras ese cristal pase días enteros esperando que tu corazón volviera a latir.
Sentía y veía como poco a poco te alejabas de mi lado y ya ni si quiera recordabas mi aroma.
Mi corazón se estremecía y mi alma se marchaba contigo, pero en el ultimo latido escuchas tes mi voz, es increíble como me miraste, respiraste y viviste.
Gracias por dejar que se quedara entre nosotros.

k bonito cuñaa ademas de verdad que lo pasamos mal todos pero gracias a dios salio todo bien y aqui estamos disfrutando de el y de su hermano y con vosotros que soys unos padres cojonudos
ResponderEliminarun beso cuñaa